Vimos en clase, la historia relatada en Éxodo 32:25-29, donde podemos ver cuándo los levitas fueron consagrados para el ministerio. (LEER NUEVAMENTE)
En este pasaje, bastante duro y terrible, podemos concluir, para nosotros, que hay gente que vé el mal, más allá de todo lo que puede estar pasando al rededor, y teme al Señor, y quiere obedecerlo, esos somos nosotros. Muchas veces necesitaremos negarnos a nosotros mismos, necesitaremos dejar de lado familia, hijos, padres, amigos, etc, por amor del Señor y del ministerio. Pero esto lo único que hace, es que nos consagre, nos separe, para el Señor.
Así quedejamos todo por amor del servicio al Señor, y por su casa, porque creemos que es mejor un día en su casa que mil fuera de ella. Este es el motivo por el que preferismos al señor por ensima de las demás cosas.
Nos consagramos, y le damos todo a Él para que haga como quiera de nosotros. En este punto, empieza todo para nosotros
